Revista Cuerpo Mente. Junio 2011

Según el Método de Liberación de Corazas los músculos acumulan tensión física pero también emocional y mental. Esta técnica permite dar una vía de salida a conflictos no resueltos.

Todos hemos sentido dolor muscular alguna vez. La mayoría lo achacamos al estrés, los nervios o el ritmo de vida frenético pero… ¿realmente ese dolor es fruto de un momento puntual o detrás de él se esconde algo más profundo? El Método de Liberación de Corazas (MLC) puede ayudarnos a averiguarlo.

Para Marie Lise Labonté, la psicoterapeuta que ha creado este método, «los músculos pueden conservar durante años el recuerdo de experiencias con las que están relacionados. Registran en sus células musculares la vida, los recuerdos, las emociones, las imágenes, la representación entera de una experiencia tanto física como psíquica». Una afirmación que refrendarían muchos terapeutas corporales.

Si no se gestionan de forma adecuada estos recuerdos o experiencias que tal vez están instalados en el inconsciente pueden acabar alentando bloqueos corporales, que impiden que la energía vital circule libremente por los músculos afectados, provocando rigidez, tensión y dolor e incluso enfermedad. «Las corazas pueden manifestarse en forma de artritis reumatoide, fibromialgia, fatiga crónica, cáncer… y provocar desgana de vivir, depresiones… Son signos que muestran que el cuerpo y la psique han sido aprisionados por una coraza», afirma Lurdes Reina, psicoterapeuta corporal y presidenta de la asociación española de MLC.

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